Diez investigadores del ICMol logran ayudas Margarita Salas y María Zambrano para retener el talento

calendar_today Feb 1, 2022
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Diez personas investigadoras ligadas al Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la Universitat de València han obtenido ayudas en concurrencia competitiva de los programas Margarita Salas y María Zambrano convocadas por el Ministerio de Universidades , destinadas a la formación de jóvenes doctorados de distintas disciplinas científicas y, sobre todo, a la atracción y consolidación de talento internacional.

Tan elevado número de beneficiarios refuerza la posición del ICMol como un centro de referencia para la captación de personas investigadoras de excelencia en el ámbito de las ciencias básicas y técnicas. Concretamente, ocho de los beneficiarios finales del programa Margarita Salas -aunque uno de ellos ha renunciado a la subvención- y otros tres del María Zambrano están vinculados actualmente al ICMol o prevén volver al centro desde el extranjero.

Sería el caso de Laura Francés, nacida en Ontinyent y doctorada en el ICMol en 2017 bajo la dirección de la profesora Julia Pérez, catedrática de la Universitat de València y jefa del grupo de Reactividad Fotoquímica  del ICMol. Garcés ha desarrollado cuatro de sus años de posdoctorado en Francia, en las universidades Paris-Sud y Rouen-Normandie, con distintos contatos y becas como la prestigiosa Marie Sklodowska-Curie de la Unión Europea. El programa María Zambrano le sirve ahora a Laura para su retorno al centro donde se doctoró y proseguir su investigación sobre bionsensores.

Tanto en un programa como en otro se ofrecen contratos laborales de acceso o de continuidad en el sistema español de Ciencia, Tecnología e Innovación, una manera de contribuir a la consolidación del personal investigador, que es una de las asignaturas pendientes de la estructura de ayudas a la investigación en España. En este caso, las ayudas del Gobierrno se canalizan a través de las universidades.

El programa Margarita Salas, de 2 o 3 años de duración, está destinado a jóvenes doctores y doctoras que han obtenido el título de doctor como máximo en los dos últimos. Para la estancia en el extranjero se reservan 42.000 euros anuales y si es en España llega a los 33.600.  

Una de las condiciones para los adjudicatarios de una ayuda Margarita Salas es que deben incorporarse a una universidad o centro de investigación distinto a aquel en el que realizaron su formación predoctoral u obtuvieron el doctorado. En el caso de que la estancia se realice en centros extranjeros, el último año de la ayuda deberán realizarlo en una universidad española.

Sería el caso, por ejemplo, del investigador Eduardo Andrés  que, tras graduarse en Ingeniería Química en Zaragoza, se trasladó a la Universidad Técnica de Delft (Holanda) para realizar su doctorado, primero con una beca Leonardo, y después contratado por la propia institución holandesa hasta defender su tesis en 2019.

Tras ser adjudicatario de una beca del programa Juan de la Cierva para doctores en formación, con la que regresó a España, ahora desarrollará su actividad como investigador Margarita Salas en el ICMol, donde indaga en el campo de la adsorción y separación de gases. El caso contrario sería, por ejemplo, el de investigadores como Ramón Torres, licenciado en Química por la Universitat de Valencia, máster en Nanociencia y Nanotecnología y doctor desde 2021 con una tesis dirigida por el profesor Eugenio Coronado, catedrático de la UV y director del ICMol.

Torres ha elegido el departamento de Materiales de la Universidad de Oxford para sus dos años de estancia en el extranjero. Su ámbito de investigación es la espintrónica. Caso similar es el de Roger Sanchis, también graduado en la Universitat de València y máster en Electroquímica por la Universidad de Córdoba, pero cuyo destino inmediato como investigador Margarita Salas será la ETH de Zúrich (Suiza). En sus años de trabajo en el ICMol, Sanchis también ha formado parte del equipo del profesor Coronado.   

En esta convocatoria también han obtenido el reconocimiento los investigadores Javier López Cabrelles, actualmente en la universidad de Kyoto (Japón) y con la perspectiva de incorporarse al grupo de investigación Functional Inorganic Materials que dirige el profesor Carlos Martí-Gastaldo en el ICMol; lo mismo que Álvaro Martínez, que actualmente desarrolla su trabajo como investigador en París tras pasar por centros de Viena o Florencia; o Marc Morant, cuyo proyecto cuando concluya su estancia en Trieste es volver al Instituto de Ciencia Molecular.

El programa María Zambrano está dirigido a un investigador personal con una trayectoria posdoctoral acumulada no inferior a 24 meses en universidades o centros de I+D españoles o extranjeros. Por ejemplo, Víctor Rubio es investigador postdoctoral en el Centre for Membrane Separations, Adsorption, Catalysis and Spectroscopy for Sustainable Solutions (cMACS) de la KU Leuven (Bélgica), donde ha obtenido dos becas de la Research Foundation- Flanders (FWO). Su trabajo se centra en la preparación de MOF en fase de vapor para dispositivos electrónicos.

Otra de las nuevas beneficiarias de la María Zambrano es la investigadora Estefanía Delgado, que se encuentra desde 2017 en la Universidad de Coimbra , en Portugal, tras doctorarse en 2016 bajo la supervisión del profesor Enrique García España, catedrático de Química Inorgánica y jefe del grupo de Química Supramolecular del ICMol.

Otra mujer, Beatriz Lozano, se ha integrado en el equipo que dirige Mónica Giménez, investigadora Ramón y Cajal especializada y con proyectos en marcha sobre Metal Organic Frameworks (MOF) en el ICMol. Lozano se doctoró con una tesis desarrollada en el Instituto Interuniversitario de Investigación en Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM) de la Universidad Politécnica de Valencia. Su candidatura fue la mejor puntuada en el área de ciencias por parte del comité de selección del programa Margarita Salas.  

Junto a Mónica Giménez trabaja en el diseño, síntesis, caracterización y aplicación de nuevos nanomateriales basados en estructuras porosas híbridas conocidas como marcos metal-orgánicos (MOFs), para encapsular y coencapsular in situ diferentes moléculas (bio) (es decir, enzimas, anticuerpos, proteínas) con aplicaciones en la industria, la agricultura y la biotecnología.


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