La investigadora del Instituto de Ciencia Molecular (ICmol) de la Universitat de València Mónica Giménez-Marqués ha obtenido una de las 60 becas concedidas este año en el programa Leonardo de la Fundación BBVA, concretamente en la modalidad de Ciencias Básicas.
Giménez-Marqués es doctora en Química, investigadora Ramón y Cajal y co-líder del grupo CEL (Crystal Engineering Lab) en el ICMol, instituto acreditado como Unidad de Excelencia María de Maeztu por el Ministerio de Ciencia e Innovación. El proyecto de Mónica Giménez busca profundizar en la producción de materiales biohíbridos avanzados que sean útiles para generar biodiésel sostenible.
Se trata de un área de enorme interés ligada a lo que se ha bautizado como “biotecnología blanca”. Se pretende ir sustituyendo tecnologías industriales contaminantes basadas en combustibles fósiles por otras limpias en la generación de productos químicos, materiales y combustibles. Las fuentes “renovables” son, en este caso, células vivas o sus enzimas.
Las ventajas del uso de procesos enzimáticos en la industria son su especificidad y su bajo consumo de energía y agua. Por otro lado, el gran inconveniente del uso industrial de las enzimas es su inestabilidad estructural en condiciones ambientales.
Giménez -Marqués apuesta por una solución a partir de las llamadas redes metal-orgánicas o MOFs (Metal Organic Frameworks), materiales porosos constituidos por componentes orgánicos e inorgánicos, que son térmica y químicamente estables y en cuya síntesis y caracterización lleva ya casi una década trabajando.
Los MOFs permiten la encapsulación de moléculas y su recuperación programada, incluso en el caso de biomoléculas. Este procedimiento permite pensar en soluciones de “estabilización” para las enzimas y en una alternativa “bio” a los catalizadores actuales, altamente contaminantes. En concreto, el proyecto de Giménez Marqués contempla distintas estrategias para la formación de biocomposites basados en MOF.
El programa Leonardo de la Fundación BBVA está destinado al impulso de proyectos innovadores de investigadores de entre 30 y 45 años en distintos campos de la ciencia o la cultura. En el caso de Giménez-Marqués, no sólo se reconoce el interés de su propuesta para trabajar en combustibles más sostenibles, sino que refuerza una carrera ya consolidada con distintos reconocimientos -como el de mejor investigadora joven de la Real Sociedad Española de Química- y una significativa producción científica.
En esta convocatoria de 2022 se han recibido un total de 884 solicitudes. Otro representante de la Universitat de València, Humberto Gracián Ferrón Jiménez, investigador posdoctoral en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València, ha recibido también la beca en la modalidad de Ciencias del Medio Ambiente y de la Tierra.