La Universitat de València (UV) ha reconocido como spin-off y se ha incorporado al capital de la empresa 2DMatch, surgida de un equipo del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) y que fabricará catalizadores para la producción de hidrógeno verde a bajo precio y con materiales no geolocalizados, es decir, abundantes y cuya extracción no está controlada por países como China, un objetivo estratégico a medio y largo plazo de la Unión Europea.
Los socios de 2DMatch y la rectora de la Universitat de València, María Vicenta Mestre, han firmado este miércoles el contrato de licencia de la patente en la que se basa la empresa y el convenio de apoyo y reconocimiento de spin-off de la nueva compañía química, que pretende ubicarse en el Parc Científic de la institución académica. Se trata de la tercera iniciativa empresarial que la UV reconoce como spin-off en el último año y medio.
“La Universitat está muy satisfecha de participar en proyectos empresariales como el de 2DMatch, que apuesta por las energías limpias y renovables, y por los procesos de fabricación amigables con el medio ambiente y la sostenibilidad”, ha señalado durante el acto la rectora Maria Vicenta Mestre. “No podía ser menos procediendo de un centro de excelencia investigadora como es el ICMol, que ahora mismo tiene en marcha varias ERC para el diseño químico de materiales avanzados y que, con esta, ya son dos las spin-off que genera en este campo”, ha dicho.
2DMatch llevará al mercado electrocatalizadores fabricados a partir de níquel y hierro, cuya viabilidad ha sido documentada ampliamente por la literatura científica, pero que no han estado disponibles hasta ahora en el mercado. “El salto de los ‘papers’ científicos a la industria será posible gracias a un método simplificado de síntesis con el objetivo de mejorar la producción de hidrógeno verde a partir de energía solar o eólica”, señala Gonzalo Abellán, investigador distinguido del plan Gen-T de la Generalitat y promotor de la iniciativa junto al director del ICMol y catedrático de la Universitat de València, Eugenio Coronado.
Generalmente los científicos han estado utilizando catalizadores de metales preciosos, como el platino o el iridio, para acelerar reacciones como la descomposición del agua en hidrógeno y oxígeno. Al margen de la producción de hidrógeno, los catalizadores facilitan alrededor del 80% de los procesos químicos industriales que producen los principales ingredientes de nuestra economía, desde materiales como los polímeros o productos farmacéuticos a compuestos agroquímicos como fertilizantes o pesticidas.
Esta demanda de catalizadores implica que las reservas globales de metales como el oro, el platino o el paladio, se van agotando con rapidez. Por ello, resulta fundamental exprimir el máximo potencial de cada átomo o, como en el caso de 2DMatch, buscar metales sustitutivos. Distintos grupos de investigación han constatado que agregar níquel y hierro (o cobalto, en su caso) a catalizadores más económicos, que anteriormente eran ineficaces, reduce la energía necesaria para dividir el agua y aumenta el rendimiento de hidrógeno.
El 'corazón' de la tecnología
El equipo de 2DMatch apuesta por la nueva generación de electrólisis alcalina aplicable a placas solares o aerogeneradores. “Nosotros ponemos en el mercado el ‘corazón’ de esa tecnología, el catalizador que permite a los electrodos realizar su función con menor consumo energético y, además, lo hacemos a bajo coste”. Además, ofrecemos fabricación de electrodos a medida del cliente, con la forma, el tamaño y el material que encarguen. Y, por supuesto, servicios de consultoría para las empresas que los requieran o sintetizar a demanda materiales bidimensionales con metales de transición.
Además de los citados investigadores Coronado y Abellán, formarán parte del equipo científico de la empresa el catedrático de Química-Física de la Universidad de Cartagena Toribio Fernández Otero, fundador de CIDETEC, una fundación privada para la transferencia de tecnologías electroquímicas; Jorge Romero, investigador del área de electroquímica del ICMol y Alvaro Seijas, estudiante del propio centro. A ellos se han unido el experto financiero José Rubio y la administradora María Pilar Pérez.
“Nuestro modelo de negocio y nuestros compuestos están perfectamente alineados con lo que están buscando desde la Comisión Europea, que es comenzar a sustituir los electrolizadores convencionales por una tecnología que funcione con elementos abundantes y disponibles. Por eso es algo disruptivo”, apostilla Abellán.
Abellán lleva la mayor parte de su carrera científica dedicado a investigar en este tipo de materiales, también durante su estancia postdoctoral en la Universidad de Erlangen-Núremberg, donde creó su propio grupo de investigación en materiales bidimensionales. Pero ya en 2018 tuvo los primeros indicios de que podían ser capaces de generar estos materiales en kilos en un laboratorio de escalado financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación.