El investigador Abraham Mendoza Valderrey se ha incorporado al Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València (ICMol) a través del programa Cidegent de la Generalitat con un proyecto de investigación a cuatro años sobre Química Orgánica Sostenible que aspira a integrarse y consolidarse en las líneas estratégicas del centro.
El plan Cidegent, que ha permitido a Mendoza regresar de Suecia, es el instrumento con el que la Generalitat valenciana atrae a investigadores con sólida experiencia internacional para proyectos de I+D+I en centros de la Comunidad Valenciana.
Mendoza (Gijón, 1982) procede del departamento de Química Orgánica de la Universidad de Estocolmo (Suecia), donde los últimos nueve años ha dirigido un grupo de una decena de investigadores. El grupo ha contado con el apoyo de la Knut&Alice Wallenberg Foundation -la más grande institución filantrópica de apoyo a la ciencia en Suecia-, el Swedish Research Council y el European Research Council (ERC) a través de su programa Starting Grant.
Mendoza se define como un químico orgánico interesado por los nuevos métodos de síntesis, un campo de aplicaciones casi infinitas. A su juicio, “nunca debemos olvidar que la síntesis orgánica es la llave que permite explorar nuevas tecnologías moleculares”.
El investigador español considera que el “ensambaje” de moléculas de manera eficiente “ofrece un campo de juego sin fin para la investigación y garantiza una experiencia desafiante para los estudiantes involucrados”.
Su grupo actual en el ICMol, Sustainable Organic Chemistry Group, se va a dedicar a desarrollar métodos simplificados “para acceder a moléculas importantes y funcionales en cantidades significativas de una manera más barata y eficiente”.
“Podría decirse que desarrollamos nuevas reacciones que permiten rutas sintéticas fundamentalmente más sostenibles y hasta ahora nos hemos centrado en aplicaciones muy distintas a las que se investigan en el ICMol”, indica Mendoza. “Somos químicos orgánicos sintéticos, en definitiva, pero nuestro gran interés es resolver el problema químico de cómo generar complejidad molecular con rapidez y precisión”, explica.
A través de la ERC Starting Grant, Mendoza lidera el proyecto Single C (Automatized Catalysis and Single-Carbon Insertion) con el que desarrolla reacciones útiles para acelerar la aparición de nuevos fármacos con métodos que desafían y complementan las herramientas químicas empleadas en la industria en las últimas décadas. Single C arrancó en 2017 y se prolongará hasta mediados de 2023.
Avanzar en el desarrollo sostenible
Ahora, con el proyecto Cidegent, Mendoza y su equipo pretenden “ir más allá” y, además de mirar a la industria farmacéutica, buscan orientar su trabajo a algunas de las líneas estratégicas del ICMol, como pueden ser los materiales moleculares 2D “Mi visión es que en el ICMol se puede desarrollar un área de Química Orgánica que puede ser central y transversal a muchas de los grupos que trabajan en el centro”, indica. “Esperamos devolver tecnologías útiles para que la región y el país lideren el desarrollo sostenible en los años venideros”.
Abraham Mendoza se graduó en la Universidad de Oviedo en 2004. Posteriormente se incorporó al grupo de investigación del profesor José Barluenga en la misma universidad y se doctoró con premio extraordinario trabajando en química organometálica.
Ya como postdoctorado, Mendoza se incorporó en 2010 a los laboratorios del profesor Baran en el Instituto de Investigación Scripps (La Jolla, California, EE. UU.) con una beca Fulbright. Allí conoció la síntesis total de productos naturales utilizando la lógica de funcionalización de CH (taxanos) y el desarrollo de métodos para ese propósito. De regreso a Europa en 2012, se incorporó a la Universidad de Cambridge como becario del programa europeo Marie Curie. Allí trabajó bajo la supervisión del profesor Matthew Gaunt en química bioortogonal y catálisis de inserción de CH.
La carrera de Abraham Mendoza como investigador independiente se inició a finales de 2013 en la Universidad de Estocolmo, a cuyo Departamento de Química Orgánica se incorporó como Investigador Junior del Consejo de Investigación de Suecia. Además fue miembro del Centro EXSELENT Berzelii sobre Materiales Porosos. Apenas cuatro años más tarde fue ascendido a miembro permanente de la facultad con el patrocinio de la Fundación Knut&Alice Wallenberg. Su grupo se dedicó a buscar métodos sintéticos escalables y automáticos que involucren la funcionalización C-H, el acoplamiento oxidativo y la fotoquímica organometálica de grupos principales. De regreso a España, el ICMol será su centro de trabajo los próximos cuatro años.