El proyecto BIOCLEAN ha obtenido 715.000 euros del programa para proyectos estratégicos en colaboración de la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) con el objetivo de avanzar en la generación de productos de limpieza y desinfección libres de gases nocivos o de elementos contaminantes del aire, el agua o el medio ambiente, con especial énfasis en los patógenos presentes en la práctica clínica y la industria alimentaria.
La propuesta ha sido desarrollada conjuntamente por la investigadora del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la Universitat de València Mónica Giménez; la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio), dependiente de la Conselleria de Sanidad Universal; Cleanity S.L.; el Instituto IATA-CSIC; AINIA y Lumensia Sensors.
El proyecto, multidisciplinar y colaborativo, lo presentó en este caso la empresa Cleanity y se centra en el desarrollo de un sistema integral de limpieza y desinfección microbiológica de patógenos especialmente enfocados a la seguridad alimentaria y el sector de la salud.
En los últimos años, la resistencia de las bacterias patógenas a los antibióticos y los biocidas ha aumentado, por lo que su control y eliminación se ha convertido en una crisis global. Según la Agencia Europea del Medicamento, se producen anualmente 25.000 muertes por bacterias multirresistentes siendo éstas una amenaza creciente.
En este contexto, la industria alimentaria necesita un método de control de patógenos que puedan contaminar sus productos durante la cadena de producción de alimentos. Asimismo, las infecciones hospitalarias son uno de los problemas sanitarios más graves de este siglo, ya que, según la OMS, las presentan una media de 8,7% de los pacientes de un hospital. Es por esto que la detección temprana de estos organismos en superficies hospitalarias y su eliminación es uno de los grandes retos de salud global.
Una alternativa al uso de antibióticos y biocidas en la eliminación de patógenos es la utilización de ciertas proteínas llamadas endolisinas que producen los bacteriófagos, un tipo de virus que se caracterizan por infectar exclusivamente a las bacterias. Estos nuevos “enzibióticos" resultan muy efectivos para la eliminación de bacterias tales como Escherichia coli, Salmonella entérica o Listeria monocytogenes, responsables de las enfermedades más frecuentes transmitidas por alimentos y en ambientes hospitalarios.
Sin embargo, uno de los inconvenientes en este campo es que las endolisinas tienen una vida frágil, inactivándose muy fácilmente cuando se pretenden utilizar. Para conseguir mantener su actividad biocida en distintos ambientes, se requiere por tanto su protección mediante encapsulación. Entre los posibles sistemas de encapsulación, destacan los materiales que se conocen como MOFs (de sus siglas en inglés Metal-Organic Frameworks, o redes metal-orgánicas). Estos materiales porosos se han ido desarrollando desde los años 90 gracias a la química de coordinación y sus aplicaciones están siendo muy variadas, como la eliminación de tóxicos o metales pesados en agua, el almacenamiento de energía, la separación de gases o el llamado “delivery” de fármacos.
Mónica Giménez, Group Leader en el ICMol y experta en el estudio de estos MOF, explica que este tipo de materiales porosos “son capaces de preservar el material bioactivo, actuando como una especie de coraza, y permitiendo por tanto su aplicación como sistemas eficaces de desinfección”.
BIOCLEAN incluye también el desarrollo de un sistema de biosensores basados en tecnología fotónica que permiten predecir e identificar el origen de una contaminación específica “in situ”. Se incluirá un kit de detección altamente específico mediante el estudio de los genomas secuenciados de los organismos patógenos aislados de superficies hospitalarias y agroalimentarias y a fin de identificar elementos genéticos diferenciales.
Finalmente, encontrar un sistema de limpieza y desinfección basado en endolisinas supondrá una alternativa factible y libre de toxicidad al uso de biocidas durante los procesos de limpieza y desinfección en la industria agroalimentaria y ámbitos clínicos. Esta es una necesidad creciente para garantizar la calidad de vida de las sociedades tanto presentes como futuras.
La financiación del proyecto cuenta con el apoyo de la Unión Europea a través del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunidad Valenciana 2014-2020.