La ciencia es el motor del cambio. Y la investigación química uno de sus más efectivos combustibles. Ambas ideas han impregnado las intervenciones de los profesores Jean Marie Lehn y Jean Pierre Sauvage, ambos galardonados con el Premio Nobel de Química, en el #NobelMeeting, un coloquio impulsado por la Fundación Premis Rei Jaume I, en colaboración con el Instituto de Ciencia Molecular y el Parc Científic de la Universitat de València y que ha sido moderado este lunes por Eugenio Coronado, catedrático de Química Inorgánica de la Universitat de València y director del ICMol.
Lehn y Sauvage forman parte de los jurados que se reúnen estos días en Valencia para decidir sobre las candidaturas a los Premios Rei Jaume I y aprobar una declaración pública que este año ha exigido al presidente de Rusia un alto el fuego en Ucrania. El #NobelMeeting forma parte de las actividades paralelas que acercan la ciencia a centros docentes y de investigación, entre los que el ICMol ha sido parte muy activa durante estos años. No en vano, el profesor Coronado recibió en 2003 el Rei Jaume I de Nuevas Tecnologías.
La inauguración de la jornada ha corrido a cargo de la vicerrectora de Innovación y Transferencia de la Universitat de València, Rosa Donat, quien también ha participado en reflexiones cruzadas entre estos dos grandes nombres de referencia en la química mundial y el público. Doctora en Matemáticas y ex vicedecana de la Facultad, la vicerrectora ha subrayado la utilidad de las matemáticas aplicadas y el hecho de que, hoy en día, los egresados en esta disciplina son muy apreciados en las empresas por su manera de estructurar los problemas.
Ante una audiencia numerosa, formada básicamente por personas investigadoras en Física y Química, Sauvage y Lehn respondieron a preguntas de muy distinto cariz. Desde el presente y el futuro de la química, al debate europeo sobre la descarbonización de la economía, el llamado European Green Deal, las energías renovables o, incluso, a qué campo se dedicarían si iniciaran hoy sus respectivas carreras. ¿Van a premiar los Nobel a la Inteligencia Artificial?
¿Cambiaría de disciplina?
“Yo creo que me decantaría por la Neurociencia, no tanto por la robótica, sino por la Neurociencia porque define lo que somos, nuestro sistema neuronal, nuestro cerebro, que es lo más importante que tiene el ser humano”, explicó Lehn cuando se le preguntó si repetiría su campo de investigación en caso de volver atrás con su carrera.
Por su parte, Savage dijo estar casi convencido de haber escogido bien. “Creo que escogí una rama adecuada, muy inspiradora, además de poder trabajar con el profesor Lehn”, bromeó. “Creo que lo volvería a hacer, aunque también creo que a veces no eliges tus proyectos”. En todo caso, apostilló, “lo más importante para un científico es ser pionero, novedoso en tu campo e interactuar con la comunidad científica”.
Lehn añadió alguna reflexión personal. “No solo durante mi etapa de aspirante a doctor, también como investigador postdoctoral, creo que aprendí mi oficio, aprendí a distinguir lo que era lo relevante y lo qué ‘sólo’ era importante, intenté aprender el máximo posible, no solo en mi campo de investigación, sino también en otros. Y esto es muy importante”.
Los consejos de un Nobel
En este punto, ambos se lanzaron a dar algunos consejos que habitualmente conceden en sus charlas. “No pierdas un tren que pasa”. ¿Qué quería decir? Lo explicó. “Sucede, a veces, en el laboratorio que estabas investigando algo, pero sucede algo distinto”. En ese momento, “hay gente que dice que eso que apareció no era lo que buscaba y lo deja. Pero otros creemos que probablemente eso sea más interesante para investigar que lo anterior”.
Su segundo consejo era complementario. “No te subas a un tren que va lleno”. También reflexionó sobre ello. “A veces es interesante seguir progresando en el área a la que te has dedicado, pero después de mucho tiempo igual es mejor cambiar”. Eso sí, “no trates de saltar a campos que ya están muy trabajados”.
El tercer consejo para los jóvenes investigadores era más complejo. “Pensad perpendicularmente”. En ocasiones es bueno formularse preguntas que “atraviesan directamente lo que estás pensando”. Es un buen sistema para tratar de reforzar teorías.
Jean Marie Lehn (Rosheim, 1939) desplegó un discurso combinado de pedagogía y profundidad científica. Pero, a la vez, mostró atisbos de su predilección por la filosofía, una disciplina que también ha cultivado en su vida, además de las lenguas clásicas y la literatura francesa. “Las buenas ideas a veces te llegan en la máquina de café y eso sucede porque hablas con la gente, compartes cosas y esto es muy interesante. Pero tienes que estar preparado para establecer la conexión”, indicó.
Sauvage, por su parte, dio un consejo principal y bastante general. “Debes cultivar la cultura científica para entender lo que has aprendido y lo que quieres hacer, porque esto te permite entender contextos en los que tú no te mueves”. En general, apostillaron, “es importante que tengas claro lo que te gustaría investigar. Tienes que preguntarte qué tipo de ciencia quieres hacer.”
Inteligencia Artificial
Sauvage (París, 1941) relató cómo, en 2017, durante unas jornadas científicas en Japón, participaba en un acto publico con otros investigadores y periodistas. Y se le preguntó por el futuro de la Inteligencia Artificial y si algún día ganaría algún premio Nobel. Esa misma pregunta se le formuló desde el público. “No estoy seguro, pero probablemente sí”.
Para quien fuera su mentor, el profesor Lehn, la Inteligencia Artificial “sólo es una palabra”. La ciencia, insistió, “es el origen de las cosas y nosotros tratamos de entender lo que sucede”. Por el contrario, la IA “es tecnología, no es realmente ciencia”. El profesor Coronado medió para advertir que, probablemente, ambos tengan razón y la IA sea útil para hacer ciencia para disponer de resultados que de otra manera no tendrías en mucho tiempo,
European Green Deal
Otro de los asuntos de los que se habló en la jornada es la estrategia de descarbonización de la economía planteada desde la Comisión Europea. Lo puso sobre la mesa Miguel Burdeos, presidente de la Asociación Química y Medio Ambiental del Sector Químico de la Comunidad Valenciana (Quimacova) invitado también a la charla con los Nobel. Burdeos se mostró escéptico sobre la manera en que Europa afronta el final de los combustibles fósiles.
En su intervención, Jean Pierre Sauvage citó el libro del químico francés Marc Fontecave “Alto al catastrofismo. Las verdades de la transición energética” (“Halte au catastrophisme. Les verités de la transition energetique”). A su juicio, “un buen libro que explica y documenta científicamente” algo en lo que dijo estar de acuerdo. “No hay duda de que hay que hacer algo, pero no nos podemos cargar todo sin saber cómo lo vamos a organizar”.
Lehn coincidió en el diagnóstico, pero fue más allá. “No podemos poner el carro delante de los bueyes. Por supuesto, comparto la preocupación por el futuro, pero tomar medidas demasiado rápido no será bueno, porque tienes que hacerlo de manera que ayude a la sociedad”, indicó. Para el profesor francés, con el C02 que se libera “se trata de una cuestión de cantidad y de porcentajes”. La cantidad en la atmósfera es, hoy en día, “muy alta”.
Pero parar ahora el aumento de CO2 “no cambiará demasiado las cosas cuantitativamente mientras China, India y otros países no tomen las medidas restrictivas”. A su juicio, “la ciencia es capaz de encontrar maneras de producir y almacenar energía. Y esto es lo importante, no tanto el CO2 actual”. Los químicos, proclamó, “siempre hemos sido verdes, es parte de nuestro trabajo, y buscamos soluciones”.